Cómo llegar a Dios en oración

Cómo llegar a Dios en oración.

Jesús dijo “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre si no es por mí” (Juan 14:6) Pero ¿A qué se refería Jesús con esto? Cuando se reflexiona sobre las Escrituras, no existen dobles interpretaciones, lo que Jesús dijo, es justo lo que expresó, él es el único camino a Dios, y solo la aceptación de Cristo como nuestro único Salvador es la manera de llegar al Padre.

Esto quiere decir que, la única forma de llegar a Dios en oración, es a través de las peticiones a Jesús, como él bien lo dijo en Juan 14:20-24: “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él (…) Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.”

Jesucristo es el único que puede interceder en nuestro nombre en el reino de los cielos, porque el padeció y sufrió las dolencias de un cuerpo humano, fue sacrificado y hasta su fe se vio quebrantada en sus últimos momentos de vida; pero fue el vivo ejemplo de que sin importar lo dura que sea la prueba, ni lo mucho que te tienten los demonios, hay que mantenerse fieles y sumisos ante el destino que Dios ha trazado para nosotros.

Jesús, el único mediador por excelencia.

Él es el único que tiene potestad sobre nuestra vida; por ello, debemos acceder al Padre mediante al Hijo; y Jesús lo dejó muy claro durante su ministerio, no hay oración que no deba ser dirigida a Cristo nuestro Salvador, pidiendo al Padre “En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros. Pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios. Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo y voy al Padre.” (Juan 16:26-28)

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Son múltiples, los versículos de la Biblia en los que se indica que el único camino a Dios es mediante Jesús, con su aceptación como el liberador de nuestros pecados, es suficiente para llegar a Dios en oración. Como dicta en Colosenses 3: 17 “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o, de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”.

Aunque existan falsas creencias de que hay maneras distintas de llegar a Dios, la Biblia es muy clara al decir que el único camino para llegar a él es Jesús, para llegar a Dios en oración tienes que reconocerlo, dejar tu vida en su mano y hacerlo dueño de tu vida y tu salvación. Orar es en sí, someterse a esta petición de Dios, pues debemos dirigir nuestra oración a Cristo Jesús quien fue crucificado en la cruz por nosotros.

Por eso, sí deseas llegar a Dios a través de la oración te recomiendo aceptes a Cristo primero y luego repitas conmigo la siguiente oración:

Oración a Dios

Dios, Señor todo poderoso; me inclino ante ti para aceptar a Jesús como tu único hijo legítimo a quien mantengo en gloria y en alabanza por los siglos de los siglos. Señor Jesús tu que fuiste carne como los mortales y luego resucitaste al tercer día, ten piedad de mí te lo ruego; te pido que me hagas llegar a Dios, que nunca nada falte en mi mesa y que en tu increíble sabiduría me guíes por el camino del bien para que mi nombre esté escrito en el reino de los cielos.

Sé que solo se puede acceder al Padre por ti, porque tú eres el camino y la redención. Abrázame con tu manto, déjame quedarme bajo tu ala mientras aprendo y continuo las Palabras del Evangelio durante mi vida, para poder avanzar posteriormente a la vida eterna.

Al aceptarte, mi vida se llena de gozo, de milagro; y aquello que parecía oscuro ya no lo es, el miedo ha desaparecido y junto con él las posibles tentaciones del mundo terrenal. Oh grandioso Jesucristo bendice mi vida y permite que llegue a Dios a través de esta oración.

Que se cumpla tu palabra. Amén.

Llegar a Dios no es ningún tipo de carrera, para él el tiempo no es igual que para nosotros, pero aun así, siempre observa detenidamente todo porque sus hijos necesitamos de él y siempre clamaremos su presencia. Pero esto no significa que podemos pedirle al Hijo, intervención en una petición para el Padre Todopoderoso y que esta sea la venganza contra nuestros enemigos.

La voluntad de Dios es clara y vive plasmada en las Palabras de las antiguas escrituras, y aquel que no acompaña su oración con actos de fe, pierde a Dios como oyente y sus oraciones serán palabras vacías para los oídos del grandísimo. Esto sucede en Sodoma: “Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas. Cuando extendías vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; porque están llenas de sangre vuestras manos” (Isaías 1: 14-15).

Para no vivir en castigo como sucedió en Sodoma, no podemos recibir la bendición de Dios si nuestras oraciones son impías y el único fin que perseguimos está lleno de maldad. Nuestras oraciones llegarán a Dios siempre y cuando estas se adapten a su voluntad, sus mandamientos y enseñanzas; porque Jesucristo nos hará Salvo y la oración es nuestra preciosa acción de fe.

Te invito hermano y hermana a que respires profundamente y aceptes dentro de ti a Jesucristo como nuestro salvador, para de esa forma poder llegar al Padre Todopoderoso y misericordioso quien está dispuesto a intervenir en nuestras vidas para cambiarlas por completo, y para llenarnos de dicha y gozo.

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