Poderoso Salmo de sanación

Poderoso Salmo 38 de sanación

Dios te bendiga. Para obtener nuestra sanidad debemos tener fe en la palabra de Dios, creer con todo nuestro corazón que toda enfermedad será echada fuera en el nombre de Cristo Jesús, por ello hoy conocerás conmigo el poderoso Salmo de sanación 38, un salmo que declarará sanidad en tu vida.

Salmo 38

Jehová, no me reprendas en tu furor,

Ni me castigues en tu ira.

Porque tus saetas cayeron sobre mí,

Y sobre mí ha descendido tu mano.

Nada hay sano en mi carne, a causa de tu ira;

Ni hay paz en mis huesos, a causa de mi pecado.

Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza;

Como carga pesada se han agravado sobre mí.

Hieden y supuran mis llagas,

A causa de mi locura.

Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera,

Ando enlutado todo el día.

Porque mis lomos están llenos de ardor,

Y nada hay sano en mi carne.

Estoy debilitado y molido en gran manera;

Gimo a causa de la conmoción de mi corazón.

Señor, delante de ti están todos mis deseos,

Y mi suspiro no te es oculto.

Poderoso Salmo para Sanar (1)
Poderoso Salmo para Sanar (1)

Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor,

Y aún la luz de mis ojos me falta ya.

Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga,

Y mis cercanos se han alejado.

Los que buscan mi vida arman lazos,

Y los que procuran mi mal hablan iniquidades,

Y meditan fraudes todo el día.

Más yo, como si fuera sordo, no oigo;

Y soy como mudo que no abre la boca.

Soy, pues, como un hombre que no oye,

Y en cuya boca no hay reprensiones.

Porque en ti, oh Jehová, he esperado;

Tú responderás, Jehová Dios mío.

Dije: No se alegren de mí;

Cuando mi pie resbale, no se engrandezcan sobre mí.

Pero yo estoy a punto de caer,

Y mi dolor está delante de mí continuamente.

Por tanto, confesaré mi maldad,

Y me contristaré por mi pecado.

Porque mis enemigos están vivos y fuertes,

Y se han aumentado los que me aborrecen sin causa.

Los que pagan mal por bien

Me son contrarios, por seguir yo lo bueno.

No me desampares, oh Jehová;

Dios mío, no te alejes de mí.

Apresúrate a ayudarme,

Oh Señor, mi salvación.

< También puedes leer: Oración para romper ataduras.

Oremos juntos a nuestro Dios:

Amado padre, solo tú sabes por lo que estoy pasando, eres tú quién conoce mis luchas frente a la debilidad física que hoy vivo, y sabes la poca esperanza que me dan los médicos con respecto a esta difícil enfermedad que me angustia.

Señor ayúdame, pues tú me formaste y conoces cada parte de mi cuerpo, por tanto, te pido un milagro de sanidad sobre mi vida.

¡Yo declaro hoy, que estoy sano por fe!

Te doy las gracias Señor, en el precioso nombre de tu hijo Jesucristo, amén.

ARTÍCULOS RECIENTES:

Loading

Si quieres conocer otros artículos parecidos a Poderoso Salmo de sanación puedes visitar la categoría Salmos Poderosos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir

Utilizamos cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continúas navegando nos das tu consentimiento de aceptación.política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies
error: Content is protected !!