¿Por qué Dios creó al hombre?

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.” (Genesis 1:1-2) Es de esta manera que se describe la creación de lo que hoy conocemos como tierra y cómo la transformó en un lugar habitable.

Sin embargo, existe una parte importante a tener en cuenta, para ese entonces la tierra ya existía, pero estaba “Desordenada y vacía” ¿A qué se debía esto? Para entender un poco más hay que remitirnos a la historia de Lucifer, la cual hace aparición por primera vez en Isaías 14: 12-14: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte”.

Lo que hace importante la historia de Lucifer en la creación del hombre, es que antes de que el hombre habitara la tierra, el Lucero de la mañana fue enviado a este espacio junto con otros ángeles para hacer vida aquí; Ezequiel 28: 12-19 dice: “Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación (…) A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector.” El paraíso del Edén, se encontraba en la tierra, y es en este versículo donde nos encontramos con dicha revelación.

El desorden del que se habla antes de la creación del hombre, fue a causa de la rebelión de Lucifer contra Dios, ya que, como es bien sabido, los ángeles fueron creaciones antes que el hombre; y luego de esta traición, Dios decidió crear un ser para su gloria; la Biblia nos dice: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” (Genesis 1:26-27)

Dios no tenía una necesidad de crear al hombre porque Él es suficiente, es amor, es misericordia y sabiduría; en Isaías 43:7 se explica “todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.” La Palabra, que fue inspirada por Dios y escrita por hombres, lo deja muy claro, es la gloria de Dios el primer objetivo de la existencia del hombre, es por eso que todo lo que hagamos y cómo lo hagamos, tiene que ser conforme a su Palabra y enseñanza.

El hombre ha sido creado para alabar a Dios

Ese es el significado de la vida; es por ello que quienes no creen en Dios se sienten frutos del azar, sin motivación ni destino. En cambio, el cristiano, que acepta a Jesucristo como su único Salvador y sabe que no se llega al padre si no es por el hijo; leemos en la Biblia nuestro propósito, brindarle gloria y alabanza a nuestro Dios Todopoderoso.

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Nuestra relación con Dios es importante para él, porque somos frutos de su creación y al ser amor, ama a su creación, y es por ello que debemos corresponder ese amor genuino con acciones, con la predicación del Evangelio y con nuestra tarea de hacer cumplir su Palabra. Porque Dios ve en nosotros a sus siervos para su deleite; y somos nosotros los afortunados que tenemos el placer de conocerlo y tenerlo.

Es debido a su gran omnipotencia, que nosotros y todo a nuestro alrededor existe, es gracias a él que vivimos y podemos glorificarlo con alabanzas, porque solo él es digno y único; “Para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y para el cual vivimos; y no hay más que un solo Señor, es decir, Jesucristo, por quien todo existe y por medio del cual vivimos.” (Corintios 8:6)

Esa es la razón por la que Dios creó al hombre, porque nada es imposible para él y no hay algo en este mundo que lo sorprenda; él da amor para recibir amor, pero también es justo y firme para que seamos temerosos de su grandeza.

Como todo se lo debemos a él, te invito a realizar esta oración conmigo, para agradecerle al Dios Eterno el habernos creado para su gloria.

Oración a Dios Padre

Dios amado y eterno, que colocaste sobre nuestra boca el soplo que nos dio el espíritu, tú que perdonaste nuestros pecados enviando a tu hijo unigénito a morir en esa cruz para que fuésemos salvos. Oh Dios grandioso y eterno, gracias por la vida que nos has dado, gracias por perdonar a nuestros corruptos corazones; pues somos hombres y vivimos en pecado, pero aún así tienes la grandeza de perdonarnos y amarnos.

¡Qué grande es tu amor por nosotros! Y qué poco lo merecemos, por eso, el día de hoy me hinco ante ti y te glorifico, Oh Señor del cielo y de la tierra, porque de la tierra nos creaste y en el reino de los cielos estás dispuesto a recibirnos. Quiero ser digno de ti, por eso conduciré mi vida por el camino correcto y no habrá día en el que no te glorifique y grite en alto lo grandioso de tu ser.

Porque Padre hay solo uno, por eso te pido que tomes posesión de mi cuerpo y alma y me guíes a tu voluntad. Amén.

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